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Church of the Nativity 6400 Nativity Lane Burke, VA 22015 703-455-6874 16 de enero de 2010 Queridos Amigos: Desde que llegue a esta parroquia como párroco, como familia en esta parroquia hemos servido a los más pobres y necesitados en nuestra comunidad y en el mundo con nuestras oraciones. Pero más que eso, nuestras oraciones han sido fuertes con nuestros corazones, manos, pies y recursos buscando siempre que ayudar aliviar a los demás con nuestros talentos que Dios nos ha dado. Hoy, una necesidad mayor de lo que he visto se coloca delante de nosotros. Nuestros hermanos y hermanas en Haití, los cuales hemos llegado a conocer y apreciar através de la Operación Estrella de Mar, están llorando por ayuda. Confían en que Dios les enviará una pequeña ayuda. Debemos tener las manos y los pies de Cristo para ellos hoy. El devastador terremoto del 12 de Enero ha dejado sus vidas y sueños rotos, escuchen las palabras del Padre Duken, que estuvo aquí en la parroquia con nosotros el pasado Abril. “El país entero esta en estado de shock, no hay servicio de teléfono, Gracias a Dios que son seguros y la Internet esta funcionando, pero Port-au-Prince ha recibido una gran cantidad de daños y perjuicios en lo que Cap-Haitien se refiere, no tenemos aún el estimado, ya que esta lloviendo mucho. Es oscuro, la ciudad entere esta cubierta de agua, la gente vive en el pantano, por ejemplo, no se que hacer, esta es un situación muy trágica. Nosotros ya tenemos tantos problemas que no podemos resolver después de la devastación causada por los cuatro huracanes de 2008, hay tanto sufrimiento en espera de ser abordado de que este terremoto es realmente demasiado. Un desastre total. Esperamos que seriamos capaces de hacer, pero de ninguna manera, no hay ruptura, no hay posibilidad. Vamos a tener que hacer frente a las nuevas necesidades, nuevos sufrimientos, la nueva situación de hambre, la desesperación, nueva devastación. Por consiguiente, tendremos que recurrir a ustedes en busca de ayuda ya que no tienen a nadie a quien recurrir. Gracias por la comprensión”-Padre Duken Dejemos que los pueblos de Haití sepan que estamos aquí, que no están solos, he aquí como usted puede unirse a mí en nuestras oraciones y devolver la esperanza a los corazones de los que sufren. En Primer lugar: la próxima semana, en todas las misas, tendremos una colecta Estrella de mar para recibir sus donaciones, será su elección poder ayudar o no. Regalos también podrán ser enviados o dejados en la oficina de la parroquia en cualquier momento, solo hay que indicar que son para Haití; victimas del terremoto en la línea de Memo en los cheques y a nombre de nuestra parroquia. Segundo: reunir su familia entera incluyendo niños a que nos ayuden a empacar 100,000 paquetes de comida el 19 de Febrero y el 20 para ser enviados a Haití. Estamos trabajando con Príncipe de la Paz de la Iglesia Luterana en este proyecto nuestro contacto es: Cynde Mausolf, cyngar@cox.net (703) 663-8484 para más información. Tercero: ayúdennos a llenar un contenedor marítimo de suministros muy necesarios (vegetales enlatados y carnes, leche en polvo o enlatada, agua embotellada y pañales) que se enviara a Haití, un camión estará aquí en la parroquia el próximo fin de semana en todas las misas para esta colecta. Contactar a: swedes5@cox.net (703) 690-9921 para más información. Es importante que nosotros oremos por nuestros hermanos y hermanas, sin embargo es importante que nos mantengamos en oración, las palabras del Nuevo Testamento, Carta de Santiago, Cap. 2, 14 “Hermanos, si uno dice que tiene fe, pero no viene con obras, ¿de qué le sirve? ¿Acaso lo salvará esa fe? Si hermano o una hermana no tienen con que vestirse ni que comer, y ustedes les dicen: Que les vaya bien, caliéntense y aliméntense, sin darles lo necesario para el cuerpo, ¿de que les sirve eso? Lo mismo ocurre con la fe, si no produce obras, muere solita. Y seria fácil decirle a uno: Tu tienes fe, pero yo tengo obras, muéstrame tu fe sin obras y yo te mostrare mi fe a través de las obras.” Mientras que nuestra oración es importante, debemos poner todos nuestros esfuerzos en oración, tenemos que tocar en nuestros bolsillos para ayudar a proveer agua, alimentos y suministros médicos para nuestros amigos de Haití. En 12 años de construcción de relaciones con el pueblo de Haití, he aprendido mucho. Tal vez el regalo más importante que me han dado es su ejemplo de mantener viva la esperanza, en la cara de la desesperación abrumadora. ¿Qué podemos hacer por ellos ahora les ayudaran a volver de un golpe devastador, y les permitirá, una vez mas nos enseñan acerca de la fuerza, la fe y la esperanza. Espero poder compartir más información con usted en todas las misas el próximo fin de semana Gracias por ser la parroquia llena de amor, oración, compasión y unida. El suyo en Cristo, Rev. Richard B. Martin